domingo, 10 de abril de 2011

COMUNICADO DE LA MINORIA DEL CLAUSTRO DE PROFESORES



ESPACIO DEMOCRATICO Y PARTICIPATIVO DE PROFESORES DE LA FACULTAD DE
MEDICINA DE LA UBA
Ha pasado ya un año desde el comienzo de nuestra participación como representante de la minoría del Claustro de Profesores en el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina. Este año fue para nosotros un tiempo de aprendizaje y de observación. En cada una de las comisiones en las que participamos hicimos propuestas constructivas con un espíritu de colaboración,  sin ánimo de confrontar y con la intención de aportar nuevas ideas a la gestión.
Sin embargo, nuestras propuestas, que siempre tratamos de  consensuar, pocas veces  llegaron a buen término y mucho menos se  convirtieron en resoluciones del Consejo Directivo, debido al mecanismo de “mayoría automática” generada por el voto conjunto de la mayoría del Claustro de Profesores y la mayoría del Claustro de Graduados. No imperó ni la racionalidad ni el buen juicio, sino que pareció seguirse el criterio de que nada de lo que surgiera de un sector diferente a la mayoría automática, podía ser viable ni aceptado.
Pero, más que un detalle pormenorizado de las acciones propuestas por nosotros, es importante informarles cuáles son las impresiones que hemos recogido durante el 2010 y en los inicios del 2011, período en el cual se ha producido un atentado aberrante: un grupo comando que conocía al detalle el funcionamiento de diferentes oficinas de la Facultad sustrajo una cantidad enorme de expedientes y material informático. La gravedad y lo confuso de este hecho delictivo, motivo que solicitásemos al decano de la Facultad una reunión extraordinaria de las autoridades con los integrantes del cuerpo de profesores, posibilidad que fue desestimada por las autoridades.
Más allá de este hecho delictivo, cuyo desenlace esperamos que consista en la identificación de los responsables, creemos que es importante compartir con usted nuestra impresión respecto de la situación actual de nuestra facultad. Con pesar, observamos que existe un profundo y creciente deterioro en todos los aspectos que hacen al funcionamiento de nuestra casa de estudios. En lo académico, tanto en Docencia como en Investigación, en lo edilicio, en lo organizacional y también en lo administrativo. Se trata fundamentalmente de una institución envejecida, con dirigentes que piensan con criterios del siglo XIX, que difícilmente pudieron general cambios en el siglo XX y que pretenden afrontar las necesidades del siglo XXI arrogándose su extensa experiencia como miembros del Consejo Directivo desde hace muchos años, repitiendo siempre los mismos errores, reiterándose a sí mismos y cuidando solo sus pequeños espacios de poder.
El mantenimiento de estos espacios de poder, la extensión de los privilegios que ellos confieren y de las lealtades que ellos requieren, parecen definir hoy en nuestra facultad, los aspectos esenciales de la gestión desarrollada por la mayoría del Claustro de Profesores y la mayoría del Claustro de Graduados.

 Cada una de las propuestas centrales que hemos realizado a fin de torcer esta situación ha sido desestimada, en cada una de las diferentes áreas que conforman la gestión de la Facultad: convenios, contratos, post-grado, etc.
Un ejemplo representativo del modo que impera en la toma de decisiones en nuestra Facultad es el caso del  Prof. Jorge Bernabó, quien ha desarrollado una notable actividad como Director de la Unidad Docente Hospitalaria del Hospital Houssay de Vicente López durante muchos años. El Prof. Bernabó, cumpliendo con la Resolución 1648/91, artículo 3º y con la dedicación docente que lo ha caracterizado desde siempre, ha realizado durante años las encuestas pertinentes entre los alumnos de dicha UDH sobre las diferentes materias cursadas.
El objetivo de estas encuestas es recoger la impresión de los alumnos relativa al curso que acaban de finalizar, a fin de mejorar la enseñanza. Recientemente tuvo la “mala” idea de realizar una encuesta en la asignatura Dermatología, dictada por un allegado a las corporaciones médicas del partido de Vicente López y aliado electoral de los representantes de la  mayoría del Claustro de Graduados de esta Facultad. La evaluación fue entregada en mano y en forma reservada al encargado de enseñanza de la asignatura. La respuesta esperada era la toma de conciencia de los errores y críticas recibidas. Sin embargo, la “respuesta” fue el cese del Prof. Bernabó en su cargo como Medico Consultor Honorario del Hospital y, con ese pretexto, su desplazamiento como Director de la UDH.
Con respecto a los cursos de Postgrado avalados por la Facultad concluimos que, si Ud. se esmera en dictar cursos referidos a asignaturas propias de esta Facultad, con calidad científica, medicina basada en la evidencia y rigor metodológico en el conocimiento, habilidades y destrezas a transmitir, sepa que compite con el dictado de cursos esotéricos y de medicinas alternativas realizados bajo el auspicio de la Facultad, por profesionales sin mérito académico alguno. Es decir, vale lo mismo el certificado que Ud., a través de la Facultad, otorga a un alumno que aprendió algún tema específico de cardiología, obstetricia, pediatría, medicina interna o traumatología, por ejemplo, que el otorgado por  quien dictó un curso de Medicina Ayurveda u Homeopatía, también avalado por la Facultad, de acuerdo al criterio votado por la mayoría y rechazado por nosotros.
Por otra parte, hemos planteado a la mayoría del Claustro de Profesores la necesidad imperiosa de cambiar el sistema a través del cual se proponen a la UBA los integrantes de los jurados de los concursos de Profesores, a fin de erradicar definitivamente la integración de jurados “favorables” a los ámbitos de poder. A tal efecto, hemos propuesto: a) la integración de una amplia base de datos que incluya a los Profesores que, en esta casa de estudios, y en otras Universidades Nacionales, podrían integrarse como Jurados, agrupándolos por especialidad y b) que la propuesta de jurados que eleve la Facultad de Medicina a la UBA surja de un sorteo entre los integrantes de la base datos, convenientemente agrupados de acuerdo a su ámbito de competencia profesional. Esta posición está siendo discutida actualmente en reuniones informales que hemos mantenido con representantes de la mayoría.
Apelamos a su capacidad de indignación, a su honor de Profesor de esta casa de estudios y al compromiso académico que ha mantenido con la Universidad de Buenos Aires. No se resigne! Podemos cambiar esta triste realidad si nos lo proponemos.
Esperamos que durante este año 2011 se acerque a nuestro espacio para que juntos podamos protagonizar la reconstrucción de esta Facultad y llevarla al nivel académico que históricamente ha tenido. En el fondo, el prestigio de todos depende de recuperar el prestigio de la Facultad que nos cobija.

Prof Dr Edgardo Chouela                       Prof Dr Jorge Geffner
Prof Dra Cristina Ibarra                        Prof Dra Silvia Kochen



1 comentario:

  1. Estimados profesores,

    Somos estudiantes de la facultad de medicina (3º año) y queríamos hacerles saber que compartimos su preocupación y valoramos sus distintos puntos de vista expuestos en el blog.
    Pese a las dificultades y el desaliento que pueden llegar a sentir, nos parece importante que no dejen de compartir sus ideas con la comunidad porque son un elemento clave de reflexión.

    Gracias por este espacio de intercambio. Creemos que el cambio empieza por la comunicación.

    Con la esperanza de poder colaborar de alguna forma,

    Elise Fabios y Joaquín Currais

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